El costo de instalación solar ha bajado con innovaciones modulares, financiamientos verdes y kits de autoensamblaje (DIY). En 2025, muchas familias instalan sistemas fotovoltaicos pequeños para cubrir iluminación, bombillas LED o cargas mínimas.
Existen kits de paneles solares plug-and-play que se conectan directamente al hogar, con inversores integrados y monitoreo remoto. Aunque no sustituyen instalaciones profesionales grandes, son una puerta de entrada al autoconsumo.
También las comunidades cooperativas replican modelos de “tejados compartidos”, donde varias viviendas invierten en paneles y comparten la energía producida.
Con un sistema bien dimensionado, el retorno de inversión puede darse entre 5 y 10 años, según tarifas eléctricas locales y apoyo gubernamental.
Un ejemplo notable: Baldío, un restaurante en Ciudad de México, opera bajo principios estrictos de sostenibilidad y explora energías limpias como parte de su modelo regenerativo.
Para instalaciones DIY, es clave respetar normativas locales eléctricas, asegurar conexiones seguras y dimensionar bien el sistema según consumo real.
Asimismo, los paneles reciclados (de desecho solar) y tecnologías de segunda vida para baterías están ganando terreno como opción de bajo costo y menor impacto ambiental.
